Entre las competencias blandas que se valoran más hoy en día, figura la «empatía».
Pero ¿qué es ser empático? Es comprender los sentimientos del otro en forma profunda y esta cualidad la necesitamos sí o sí para convivir y solucionar los conflictos en forma pacífica.

Hay algunas habilidades que nos ayudan a ser más empáticos, entre ellas la capacidad de escuchar o la escucha activa, como suele llamarse. ¿Fácil? ¿Difícil? ¿Acaso no estamos escuchando todo el tiempo a los demás? Con tantas prisas que tenemos ¡se dificulta! Solemos escuchar el mensaje literal, como quien va al grano pero hay más … que se nos puede estar escapando.

Para comenzar a entrenarte en esta importantísima habilidad, reflexiona:
Cuando escuchas: ¿Interrumpes? ¿Das tu opinión? ¿Juzgas a la persona que habla? ¿sientes impaciencia?
Casi todos fallamos en uno de estos aspectos. ¿Cuál es el tuyo? Vamos a intentar mejorar esta competencia y para ello es necesario ante todo sincerarnos. ¿Lo tienes?
¡Manos a la obra!
Hay un ejercicio muy potente que recomiendan los especialistas. Como hay que hacerlo entre dos personas, puedes elegir a un colega de trabajo, un amigo, tu pareja, etc. Primero hablará uno y el otro escuchará. Al finalizar cambiarán los roles, quien hablaba escuchará y viceversa.
a) Comienzas tú: habla libremente durante 10 minutos de todo lo que te apetezca, lo que venga a tu mente. No hay temas buenos o malos. Si se te acaban las ideas podrás quedarte en silencio hasta que se cumplan los 10 minutos.
b) Quien escucha: estarás muy atento, sin interrumpir, con tu atención centrada en quién habla. En caso de distraerte o desconectarte, respira profundamente y vuelve a escuchar sin juzgar. Que tu lenguaje no verbal sea relajado y neutro. Si tienes la tentación de hacer una mueca o cara rara ¡la descartas!
Cuando hayan transcurrido los 10 minutos os cambiáis de rol.
Este ejercicio es muy simple pero ¡funciona! Estarás creando un espacio diferente, libre de interrupciones y de juicios.

Cuando decimos «libre» de juicios, apuntamos a que cada vez que tenemos una persona adelante, sin tomar conciencia emitimos un juicio mental y esto lo hacemos todos pues es una característica de nuestra mente.
Al darnos cuenta de esto avanzaremos mucho si comenzamos a practicar el no emitir un juicio mental sobre quien nos habla. ¿Difícil? Sí, porque tenemos la costumbre arraigada, pero no es imposible. Recuerda que queremos entrenar la mente para que capte más y mejor al otro y para ello sacaremos todo lo que interfiere, como es un juicio.
Tanto en la vida profesional como en la vida personal la escucha activa es una competencia que facilita las relaciones interpersonales. Quien se siente escuchado se siente contenido. Hay quien dice que un acto de escucha activa es una «caricia» emocional. Esto quiere decir que el otro formará un concepto elevado o no de nosotros, en buena medida por nuestra capacidad de escucha.
En el mundo de los negocios es «indispensable».
Si afinas tu escucha, percibirás con claridad lo que el otro necesita o quiere y no sólo por lo que expresan sus palabras, sino que aprenderás con el tiempo a leer sus gestos, su lenguaje no verbal, su parte emocional y podrás ajustar tu respuesta. Las personas quieren/necesitan ser escuchadas y se sentirán muy cómodas contigo si esta competencia la tienes desarrollada. ¿Quién no recuerda algún jefe o colega que sabía escuchar?
Si quieres profundizar esta capacidad, podrías luego de unos minutos para compartir con tu compañero/a cómo os habeis sentido, qué impresiones han surgido, hacer otros 5 minutos de ejercicio y comprobar por vosotros mismos el avance.
Recuerda que también podeis hacer esta práctica en un entorno natural, al aire libre, andando o en algún sitio agradable.
El secreto de las habilidades de inteligencia emocional es practicar por un tiempo hasta que el hábito esté instalado. Hemos hablado en otros artículos sobre cómo tu cerebro aprecia los hábitos, que se instalan si somos constantes en la ejercitación. ¿Te imaginas si te entrenaras una vez por semana? En breve tiempo comprobarías cómo se ha modificado en tí esta competencia y hasta qué punto ahora percibes a quien habla, sus gestos y el significado profundo de lo que dice.
¡Ejercitándote se abrirá en tí una percepción hasta ahora desconocida! Toda persona tiene un mensaje del que la palabra hablada es una parte. Empezarán a percibir la totalidad del mensaje.

Todo lo que realices para mejorar una competencia personal te traerá beneficios en la vida profesional que hoy NO imaginas.
Como siempre decimos: «eres tu propio capital» y la mejor manera de mantenerte en valor es reforzando competencias personales.
Ser y trabajar cada día mejor es un camino de ida.
¡Mejora tu capacidad de escucha!
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